miércoles, 29 de septiembre de 2010

Università degli Studi di Salerno...¿Universidad o ciudad?

Cuando llegue a mi querida Facultad de Filosofía y Letras de Cádiz (hace ya tres cursos...¡cómo pasa el tiempo!) lo primero que pensé fue ¿Cómo encuentro la clase a la que tengo que ir en este sitio tan grande? Ahora que he visto la universidad de Salerno pienso, ¿Cómo pude perderme ese día en ese cuchitril?
La nueva universidad a la que voy a ir no es una universidad, ¡es una ciudad! Lo que se dice un campus, pero un campus de los de verdad, como los americanos que salen en las películas...
El primer día tan sólo para encontrar la oficina de relaciones internacionales la liamos parda...Pero esque hoy para encontrar el despacho de la que será nuestra tutora hemos tardado ni más ni menos que tres cuartos de hora.
La nostra università cuenta con ochocientos mil edificios que abarcan todas las facultades. La nuestra, en concreto es la de Lingua e Letteratura Straniere (muy bonita y además como en casa, porque como todo Cádiz, está en obras por fuera....jajaja)
El comedor puede ser 20 veces la cafetería en la que desayunaba en Cádiz esa pulguita con aceite y tomate con mis compis (Bueno, Álvaro la tomaba sólo con tomate porque queríar guardarse el aceite para hacer ensaladas en Galway jajaja).




Tiene mil fuentes, un polideportivo, pistas de fútbol, aparcamientos, una cafetería en cada facultad, jardines estupendos donde tomar el solecito cuando se acerque el buen tiempo...


Pero lo que más me impresiona es la cantidad de gente que hay por allí...muchísma gente que va y viene. Lo que más pequeña me hizo sentir fue exactamente eso, la gente. Te rodean, pasan por tu lado sabiendo perfectamente dónde van y yo, mientras veo pasar a todo el mundo pienso ¿y yo dónde voy?
Supongo que todo es cuestión de habituarse a ese nuevo ritmo y al final acabará gustándome, que ya me gusta, pero no me sentiré tan pequeña o agobiada, supongo.
Una de las cosas que más me ha gustado de la universidad y de la ciudad en general es que, rompiendo el tópico de que la vida en Italia es muy cara, aquí las cosas son casi todas más baratas que en Cádiz. Las pizzas en la facultad valen 2.50€ y están hechas para que coman perfectamente dos personas. Los menús de comida (generalmente pasta), salen por unos 3€, la bebida es gratis y hay dispensadores de agua y mesas con jarras grandes para llenarlas, gratis también.
Además, en la ciudad, el champú, los cereales o el café son mucho más baratos que en Cádiz y la mayoría de ropas y zapatos también...Así que ¡aquí no nos podemos quejar!
El Lunes tenemos la primera presentación de las clases (que por cierto, no he hablado de ello pero nuestro horario del 1º cuatrimestre es bastante bueno, para empezar, no tenemos clases los lunes!) ya os contaremos que tal nos ha ido...
Y ah! se me olvidaba, ya tengo también móvil y número de teléfono italianos... El número de teléfono es como para aprendérselo y el móvil...el móvil no tiene descripción....Sólo os puedo decir que me ha costado 19€ y que me pareció vérselo a un romano del siglo I por la calle... pero en fin...llama y recibe llamadas! Le haré una foto y lo veréis mejor!
Y nada más, hoy ya sabéis un poquito más de cómo es mi facultad, o mejor dicho, mi segunda ciudad aquí en Italia!
Poco a poco, os ire contanto más cositas!
Un bacio!!


domingo, 26 de septiembre de 2010

Salerno, la ciudad que sonríe.

La vida de una erasmus continúa cuando llega a su ciudad de destino. Después de meses de espera, de intriga por no saber como será, ya he llegado a la mía, ya estoy en Salerno.
Con sólo bajarme del coche ya supe que era lo que más me gustaba de esta, mi nueva ciudad: Su increíble parecido con Cádiz, su olor a mar, su vientecito, su gente (que, a pesar de lo que me habían dicho, son encantadores y muy serviciales).

Salerno es una ciudad costera, algo más grande y más antigua de Cádiz y con cuestas, MUCHAS cuestas...
Cuando llegamos, lo primero que hicimos fue subir a la que será nuestra casa los próximos meses. Bueno, ¿he dicho casa?, quería decir MANSIÓN. Creo que puede ser como dos veces mi casa en Cádiz (los que hayáis estado, podéis haceros una idea de como es esto!!).
Concretamente mi habitación, (compartida con mi compañero y, ahora también, con mi madre)es enorme. Tiene dos camas, dos armarios, dos escritorios, mucho espacio y un balconcito que da una de las calles más principales de Salerno, es decir, que no me puedo quejar!
La casa tiene 4 habitaciones, dos baños, cocina, salón y una terraza estupenda para desconectar de todo y ver parte de la ciudad.
Lo único que deseamos ya tanto mi compañero como yo es poder tener internet en casa...De momento estamos robando wifi, pegados a una ventana y sin poder movernos porque se nos desconecta cada cinco minutos...Un coñazo! Pero según tenemos entendido, podremos tener internet como muy tarde a finales de la semana que viene...Esperemos que no se retrase mucho más!

Tengo que decir, que todo esto tenemos que agradecérselo a Francesco, nuestro casero que se está portanto genial con nosotros. Desde que supo que llegábamos, ha hecho reformas en la casa para que todo estuviera a nuestro gusto, fue a recogernos al aeropuerto en coche, nos trajo a casam nos enseñó lo más importante de la ciudad para desenvolvernos en los primeros días e incluso nos invitó a cenar a un restaurante Italiano estupendo con su madre, Luisa, un encanto de señora también.

El tema de la comida es otra cosa que nos llamó realmente la atención a los dos... ¡¡La gente aquí come por cuatro!! Y eso que aquí mi amigo traga que da gusto!!
Cuando fuimos a cenar, dejamos que ellos pidieran lo que quisieran porque entre otras cosas, nosotros nos tenemos ni idea ni de comida ni de italiano, así que a ver como nos entendíamos!Pidieron varios platos de anti pasti (entrantes) como berenjenas rellenas, una lasagna de berenjena también, una especie de tortilla con cebolla y queso (buenísima), palitos de patata y mozzarella (que dicen que la mozaarella de Salerno es la mejor de toda Italia) y pimientos con no se qué...Todo estaba buenísimo, pero nos quedamos hasta arriba! La sorpresa vino cuando Francesco, después de habernos hecho comer todas estas cosas dijo "a ver cuando viene la pasta ya!"... Nuestras caras eran un poema...¡¡No podíamos comer más!! Finalmente trajeron un plato de pasta para los cuatro (del que yo probé dos cucharadas por apuro y no dejarlo entero, porque iba a estallar), eran macarrones con queso y albahaca...¡¡que cosa más buena!! Sólo espero que para la próxima, me pueda pedir sólo los macarrones para disfrutarlos más!


Entre ayer y hoy hemos estado recorriendo por nuestra cuenta la ciudad. Hemos ido al Lungomare (el paseo marítimo de salerno), es muy bonito y como ya he dicho me recuerda mucho al de mi ciudad. Dimos un paseo..bueno, un paseote y nos lo recorrimos entero (que, por mucho que se parezca al de Cádiz, este es mucho más largo!!)
Vimos toda la parte de la playa, los barquitos, los espigones, las terracitas e incluso una feria que habían puesto para celebrar las fiestas de S. Matteo (patrón de aquí, por lo visto).


Otra de las cosas que fuimos viendo por la cuidad eran las ruinas que tiene (porque es una ciudad antiquísima!!) entre ellas el acueducto que hay cruzando la ciudad, impresiona mucho ver esta cosa tan grande y tan vieja cuando bajas una calle y te lo encuentras de repente!

Otra cosa que visitamos sin pensar fue el metro de la ciudad... A mí me encantó, porque se puede ver todo el espíritu de enamorados que hay en Italia! jajaja Vas bajando las escaleras y andando por allí y sólo lees "Ti amo", "Ti voglio bene", etc... Evidentemente también hay mensajes subliminales como "No se quién busca sexo con homosexual" y el número de teléfono de la persona... Pero yo me quedo con los "Ti amo" que son más monos...






Y por último, hoy nos hemos recorrido toda la parte antigua de la ciudad gracias a mi querido amigo, que tuvo la genial idea de ir a buscar al hostal a los erasmus españoles. La verdad esque ha merecido la pena porque hemos visto cosas muy interesantes y como se nos hizo tarde, comimos fuera y hemos probado la primera pizza italiana!! Sólo puedo decir...Telepizza, vete a la mierda!!! vaaaaaaaaaaaya pizzas!!!




Una de las cosas que vimos fue un ascensor que hay en medio de la ciudad. Si, si, como ya os he dicho, aqui hay mil y una cuestas, y para comunicar la parte alta con la parte baja hay un ascensor en medio de un callejón!




También hemos estado en una plaza que tiene una fuente con unos delfines muy bonita, así que nosotros la hemos denominado "La fuente de los delfines", que está al lado de "La puerta de tierra", que es la única puerta que queda de la antigua ciudad.



Y por último hemos estado en el hostal donde se alojaban todos los erasmus españoles, que es como para encontrarlo vamos... pero hemos tenido la suerte de que un camarero del restaurante donde nos hemos comido la pizza ha tenido el detalle de llevarnos hasta allí.

Cuando llegamos nos dimos cuenta de que allí ya no había nadie, así que nos volvimos a casa y para nuestra sorpresa, dos calles antes de llegar nos encontramos con un grupo de chavales que nos metieron un grito, por fin ¡en español! así que nos hemos presentado y hemos estado un rato hablando con ellos, ¡en español! jaja

Ya sólo queda seguir habituándonos y seguir viéndonos más para conocernos y demás...¡A ver que tal nos va!

Pues nada people, ya habéis visto, o leido, como van mis días en Salerno, la ciudad que sonríe!

Mañana iremos ala universidad, así que si internet me deja, os contaré que tal es aquello!!

Un besazo enorme a todos!!

jueves, 23 de septiembre de 2010

Llegó el momento.

La vida de un estudiante erasmus comienza en el mismo momento en que te conceden la beca. Aún te quedan meses para irte, pero tú ya te vas concienciando, ya vas preparándote a tí mismo y a los demás de que algún día llegará el momento. Y el momento ha llegado. Así que creo que no tengo más remedio que empezar esto como lo ha empezado también como empezó mi compañero: parece que fue ayer cuando nos agarramos de la mano y dijimos "vámonos a Italia".
Los últimos 6 meses han sido un cúmulo de sensaciones, de pensamientos... Primero tienes ilusión, luego te lo piensas, luego no quieres ir y luego, vuelves a querer ir... A todas estos cambios de estado emocional podemos unirle por ejemplo el hecho de que te enamores en los 6 últimos meses que te quedan antes de empezar tu experiencia erasmus. A eso es a lo que se le suele llamar una putada.

De todas formas, como digo, el momento ha llegado y ya no hay vuelta atrás. Aunque siga siendo la misma, aunque siga con idas y venidas, ya estoy de, camino. Y digo de camino, porque ya debería estar allí. Y es que la vida de un estudiante erasmus, también comienza cuando compra un vuelo que hace escala en Barcelona y luego llega a Nápoles. Y más aún comienza cuando se entera que el segundo vuelo que tiene que coger en el día se ha cancelado. Sí, cancelado, no retrasado, no, CANCELADO. ¿Y ahora que hacemos? Pues nada, la compañía Spanair nos paga una noche de alojamiento en un hotel de Sabadell con cena y desayuno incluidos. Al final, no ha estado tan mal.

Podría decirse que la mayor parte de estos 6 meses he estado muy contenta con la idea de irme. Pero en el último mes, con tantas despedidas, me he dado cuenta de que en realidad lo único por lo que voy a poder estar no del todo bien es por lo que voy a echar de menos a toda mi gente.
A mis amigas. A Cintia, porque es lo mejor que tengo y la que mas me ha demostrado desde hace muchos años lo que significa la palabra amistad. A mi prima Carmen, porque desde que tengo uso de razón está a mi lado por y para todo y nunca me ha fallado. A mi prima Marina, porque es un trocito de pan y se merece ser muy feliz. A mi comadre, porque es lo mas lindo que se pueda conocer y porque todo tiene que salirle bien.
A mi gente del baile, que me han demostrado todo y más, que han estado hasta el final conmigo y
que han tenido unos detalles imcreibles en los ultimos dias.
A mi familia, evidentemente. A mi madre (cuando se vaya de aqui), a mi padre, a mi madrina, a mis primos al resto de mis tios...
A mis dos pequeñines, mi ahijada, Melinda y mi sobrinito Jesús, porque siendo tan poquita cosa, me hacen olvidar todo cuando me echan una sonrisita.
Al resto de mis compañeros de la facultad, porque mi clase nunca va a ser como la que era con todos ellos.
Y evidentemente, no hace falta que diga que te voy a echar de menos a ti cariño, porque eres parte de mi, porque gracias a ti soy feliz y porque siempre he soñado contigo. te quiero y dentro de 9 meses, te querré más aún.
Lo dicho, esta experiencia comienza y yo estaré aquí contándolo todo para el que quiera sentirme un poquito más cerca.
¡Cuidaros!